Cuidado Cactus
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Los cactus y suculentas son plantas de interior encantadoras y fáciles de cuidar. No requieren de mucho y aun así levantan mucho tu espacio, sea tu cocina, sala o hasta su habitación. Usualmente pequeñas, estas plantas ayudan a decorar tu hogar y no necesitan mucha atención. Por ejemplo, la gente que viajan mucho o viven en departamentos disfruta mucho de su presencia.
Características del cactus y suculentas
Los cactus son uno de las plantas más fáciles de cuidar en interiores. De hecho, en la naturaleza, los encuentran comúnmente en entornos desérticos y pueden sobrevivir a sequías. Pueden vivir sin agua por múltiples semanas. Aunque pienses que solo son pequeños, redondos y puntiagudos, las suculentas vienen en todo tipo de figuras y tamaños. Eso sí, su característica más común es que casi todas tienen espinas cubriendo su cuerpo. Además, su raíz está vacía y fina, lo que hace muy difícil que las vuelvas a plantar. Aunque pueden estar mucho tiempo sin agua, es esencial que tengan luz solar para lucir bien.
Cuidar cactus y suculentas
Son muy fáciles de cuidar, por lo que son excelentes plantas para interiores para principiantes y viajeros frecuentes. Aun así, hay varios puntos que debes tomar en cuenta:
Agua
Todas las suculentas, incluyendo cactus, necesitan agua para crecer. Esto usualmente ocurre en la primavera y verano. Aunque prefieras tenerlas en interior o exterior, debes asegúrate de que se distribuya bien el agua cuando las alimentes. Debe ser al punto de que el agua salga de los agujeros de tu maceta o contenedor.
También existen necesidades específicas por especie de planta. Por ejemplo, cactus del desierto necesitan menos agua que uno del bosque. Entonces, en términos simples, no importa el tipo de cactus o suculenta que tengas, asegúrate de no darle demasiada agua como para ahogarla. De lo contrario, podría podrir la raíz y evitar que crezca. O peor, las hojas podrían marchitarse y la planta morir. Puedes evitar esto al comprobar que la tierra se seque completamente entre cada riego.
Durante el otoño e invierno, los cactus entran a un periodo de hibernación. En estos meses, dales menos agua de lo normal. Durante esta temporada aliméntalos solo una vez a la semana. Sobre el tipo de agua, no importa si usas de la llave o potable. También existe agua especializada.
Exposición de luz
Como regla general, tu cactus debe recibir entre 4 y 6 horas de luz solar. Sin embargo, hay especies, como el cactus del bosque o de navidad, que no toleran mucho la luz. Entonces, en instancias específicas debes cuidarlas de la luz del sol.
Si el cactus comienza a tener una apariencia blanqueada o que pierde su color, o se torna amarilla o naranja, debes cambiar su ubicación de inmediato. Es su manera de decirte que está recibiendo demasiada luz.
A una suculenta de interior le gusta recibir luz y aire fresco. Un buen lugar para colocarla es, por ejemplo, cerca de una ventana. En caso que veas que comienza a inclinarse hacia la luz, muévela a un lugar más iluminado.
Elige la tierra adecuada
La tierra que uses para tus suculentas debe tener buena absorción. Puedes comprarla en una tienda especializada o mezclarla tú mismo. Solo tienes que agregar arena a la composta. Para probarla, intenta ver cuánto tarda el agua de salir de los hoyos de la maceta. Lo ideal sería un minuto. Si toma más tiempo, vuelve a plantar el cactus y agrega más arena. En cambio, si el agua sale muy rápido, agrega más composta.
Alimentación
Para que la planta crezca correctamente, debes alimentarla bien. El mejor fertilizante a usar es uno con poco nitrógeno, o uno especial para cactus. Esto debería hacerse cada cierta semana durante primavera y verano, mientras el cactus está creciendo. Pregunta en tu tienda especializada por el material correcto.
Re-plantar
Deberías cambiar la maceta de tu cactus al menos una vez al año. Esto les da tierra fresca y, al mismo tiempo, podrás revisar sus raíces para ver si están creciendo correctamente. Para hacerlo, simplemente voltea tu maceta actual y dale ligeros golpes en la parte superior para liberar la tierra y raíces. El siguiente paso es separar las raíces de la tierra vieja. Usa un palo o palillo, no uses tus manos directamente. Tras retirar la tierra de las raíces, puedes plantarlo en su nueva maceta. Asegúrate de que sea más grande que la anterior, para que así pueda seguir creciendo.
Cuidado con plagas
Cochinillas
Estas plantas, aunque son más fáciles de cuidar, también pueden ser víctimas de bacterias y hongos causados por darles mucha agua. Además, quizá puedas encontrar plagas, como cochinillas. Son el tipo de mal más común para este tipo de plantas. Pasan la espina de éstas y las dañas, o hasta matarlas. Las cochinillas suelen aparecer en grupos y tienen un color blanco. A veces son difíciles de identificar porque se esconden en el cactus. Suelen atacar las hojas o ramas, aunque también podrían ir a la raíz para obtener su líquido. Esto causa que la planta se pudra.
Ácaros
Si ves un tipo de telaraña y puntos cafés en tu cactus, puede ser debido a ácaros. Son pequeños y se pueden identificar al hacer contacto con un pedazo de papel con el área infectada de tu planta. Esto es porque parecen polvo. Así que busca estos puntos o telarañas para identificarlos.
Mosquitos de hongos
Son muy parecidos a mosquitos normales. Suelen poder verlos sobre la tierra de la maceta. Como su larva vive en la tierra, se alimenta de los nutrientes que deberían ser para tu planta. Esto puede perjudicar el crecimiento de tu suculenta.
Cómo lidiar con estas pestes
Mientras le des a tu cactus la cantidad adecuada de agua, luz solar y absorción de tierra, será más fácil de prevenir estos problemas. Al estar saludables, son menos probables de ser el blanco de alguno de estos insectos. En el caso de las cochinillas, puedes usar cotonetes con alcohol para quitarlos. Algunos bichos también se quitan solamente con agua, solo cuida que no caiga toda a tu planta y se ahogue.
Jabón insecticida
Usar jabón insecticida te ayudará a deshacerte de pestes. Debes tomar en cuenta que podría dañar a tu cactus, por lo que es importante revisar la cantidad y tiempo para usarlo. No los uses muy seguido y siempre, siempre lee detenidamente las instrucciones del producto.